La palabra Pascua (pascae en latìn, pèsaj en hebreo) significa PASO.
En el caso de los judíos representa el cruce del Mar Rojo, es decir el PASO de la esclavitud hacia la libertad.
Para los católicos se conmemora la Resurrección de Cristo, es decir, el PASO de la muerte hacia la vida eterna.
Incluso para los ateos significa la Supremacía del Espíritu por sobre la Materia.
Por eso en estas Pascuas deseo de todo corazón que nos animemos y demos ese PASO.
El que nos haga pasar:
De la Resignación a la Acción ;
De la Indiferencia a la Solidaridad;
De la queja a la búsqueda de soluciones;
De la desconfianza al abrazo sincero;
Del miedo al coraje de volver a apostar todo por amor;
De recoger sin vergüenza los trozos de sueños rotos y volver a empezar;
De la autosuficiencia al compartir el fracaso y los éxitos
De hacer las paces con nuestro pasado para que no arruine nuestro presente,
Y de saber que de nada sirve ser luz, si no podemos iluminar el camino de alguien.
Mas allá de las creencias, que estas Pascuas de Resurrección nos hagan reflexionar sobre nuestra soberbia, el creer que somos los dueños del planeta y superiores a alguien más. Renovemos nuestra vida con humildad desde el corazón y valoremos la vida, la nuestra la de nuestras familias y la del otro la del que no conocemos pero juzgamos. Hoy tenemos la obligación de renacer con conciencia para ser mejores personas de lo que creímos ser.
El Universo, Dios, el Planeta, Alá, Buda o en quien creamos nos están mandando un mensaje muy claro.
Compartimos un tema de la obra de teatro "El hombre que perdió su sombra"
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